Divergencia entre partes en la denuncia de agresión sexual 'gay' en Granada

La jornada de la Policía Nacional en Granada comienza con el deseo de "suerte y buen servicio", y pronto compruebas que ambas cosas son muy necesarias. Una unidad se dirige a toda velocidad hacia Camino de Ronda, una arteria principal de la capital, tras recibir un aviso urgente por agresión sexual. En la vía pública se encuentra un joven, Sergio, que está visiblemente afectado, quizás sufriendo un ataque de ansiedad, después de un encuentro que se vuelve oscuro. Su relato es perturbador: le invitan a una casa con la excusa de hablar, pero al cabo de un rato, las cosas cambian. A pesar de decir “por favor, no me apetece hacer nada”, él manifiesta que ha sido forzado a mantener relaciones sexuales.

Mientras los agentes tratan de calmar y ubicar a la supuesta víctima, que parece confuso y posiblemente ha consumido alguna sustancia, se activa el protocolo de actuación. Sergio cuenta a la policía que le han forzado, bajándole la ropa a pesar de su negativa explícita. Describe las agresiones sexuales graves, que él asegura que no consintió. Descubrimos que se conocían a través de una aplicación de citas y que de hecho, ya habían quedado en otras ocasiones.

Finalmente, los dos jóvenes señalados como presuntos agresores colaboran y salen de su domicilio voluntariamente para hablar con los agentes. ¿Qué revelará el informe? El reportaje de impacto te cuenta el desenlace.