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Andalucía, tierra de las nuevas energías verdes

En los últimos meses, varias compañías han anunciado inversiones millonarias para instalar plantas de hidrógeno verde en Andalucía.

En Los Reporteros nos preguntamos qué es el hidrógeno verde y qué puede reportar.

CANAL SUR MEDIA 29 enero 2023

En una misma semana se anuncian inversiones de este calibre en Andalucía: en hidrógeno verde, Cepsa, 5.000 millones de euros y la naviera Maeks, 10.000 millones. Endesa: 10.000 millones para distintos proyectos a largo y corto plazo. Y la misma semana nos llegan noticias de Estados Unidos de un hito en la prometedora energía nuclear de fusión, cuando en Granada están iniciando las obras de una infraestructura que desarrollará esta energía. Aparecen de golpe y porrazo nuevos invitados a la mesa de los operadores energéticos, en un contexto internacional muy complicado. ¿Casualidad? ¿Qué papel juega Andalucía en todo esto?

Visitamos las factorías de Cepsa en San Roque y Huelva. Y para ver qué papel juega Andalucía en la energía de fusión nos desplazamos a Escúzar en Granada, donde el futuro ya es presente en una inversión de 2 mil millones de euros. Pero antes de nada queremos saber, de la mano de la escuela de ingenieros en Sevilla, qué es y en qué se diferencia el hidrógeno verde de otros que ya existen. Porque antes del verde estaban el gris y el azul. El subdirector de la escuela nos enseña una planta tipo de producción de hidrógeno quemando biomasa, pero esta tecnología, por desgracia, no la considera verde Europa. Para que se considere verde el hidrógeno tenemos que obtenerlo por electrólisis.

El hidrógeno se puede obtener también por metano o por gas, sería el hidrógeno gris, pero hay más colores. Nos quedaremos pues con el hidrógeno verde, producido por electrólisis y con las energías solar y eólicas como fuentes de esa electricidad necesaria para poder llamarlo verde. Y a este nuevo vector energético se apunta Europa en avalancha. En pocos días vemos en España y en Bruselas reuniones al más alto nivel. Que, por cierto, vienen precedidas de la visita de los monarcas a Croacia, en noviembre, para firmar acuerdos relativos a la fusión nuclear.

El segundo actor que queremos sondear es Endesa. De entrada nos dicen que los 10.000 millones anunciados no son nada del otro mundo. Los que conocimos nuestra antigua moneda, podemos hacernos idea de que 10.000 millones de euros son un billón y medio largo de pesetas. Pero sí se magnifica el foco. Lo hacen políticos y medios. Mientras el ciudadano de a pie, que apenas acierta a entender cómo funciona un coche híbrido, se pregunta, y el hidrógeno para qué sirve.

Estamos en las instalaciones del Parque Energético La Rábida, de Cepsa, donde se pondrá en marcha en 2026 la planta de Hidrógeno verde, alcanzando el máximo de su capacidad en 2028. Son plazos relativamente cortos, porque aquí cuentan con experiencia previa. Serán 1000 millones de euros los invertidos en Huelva. El doble, dos mil millones, en San Roque, en Cádiz.

Se anuncian 10.000 puestos de trabajo, mil de ellos directos en estas dos plantas que Cepsa tiene en Andalucía. Y estas instalaciones de San Roque tienen muy cerca, en el Puerto de Algeciras, a otro de los actores que han entrado en el baile de inversiones estos días: la naviera danesa Maeks anuncia también números redondos: 10.000 millones de euros para poner dos gigafactorias de hidrógeno en Galicia y Andalucía, si bien no han querido especificar a este programa más detalles, a la espera de concretar sus planes en los próximos meses.

Estos números y estas expectativas han tenido respuesta esta misma semana en una plataforma de asociaciones ecologistas y científicos, muy escépticos con todo lo que se está hablando.

Realidad y a la vez ciencia ficción es lo que encontramos en una pequeña localidad granadina, Escúzar, en la comarca de El Temple. Desde septiembre pasado camiones y grúas han empezado a levantar los cimientos que harán realizable una ilusión centenaria: la fusión nuclear, cuyas investigaciones comenzaron a la vez que la fisión -con la que funcionan las actuales centrales nucleares- y que es mucho más limpia, potente e inagotable. Pero para la que no hay soluciones tecnológicas aún.

Y qué tiene que ver Escúzar con todo esto. En 2017 se concretó su candidatura para albergar laboratorios y un acelerador de partículas en un gran proyecto internacional en el que de momento España, Croacia y la Comisión Europea están implicados, siendo complementaria esta investigación a la de otros 35 países del proyecto Iter. En el acelerador de partículas de Escúzar se probarán los materiales que recubren el reactor de fusión. Deben soportar temperaturas de millones de grados, similares a las que tiene el sol en su interior.

María Luque es arquitecta e ingeniera de este proyecto. Como casi todos sus compañeros directivos, no llega a la cuarentena, pero ya ha trabajado en numerosos países, el último, Suiza, en el acelerador de partículas del CERN. María es cordobesa, es uno de los talentos recuperados que ahora trabaja en un proyecto más ilusionante

José, granadino, tiene una mezcla de orgullo, entusiasmo y, como todos nosotros, impaciencia por ver realizada ya esta nueva fuente de energía casi infinita. A él si le acompañan las campanas al vuelo. Si hay alguien convencido de que la energía de fusión será una realidad es el alcalde de esta localidad de 600 habitantes.

El Ciemat, y la Universidad de Granada son los grandes impulsores de este proyecto, con apoyo además nacional, y de la Junta de Andalucía. Serán más de 1000 empleos directos los que generará la obra.

Que sean una realidad o un brindis al sol lo que están haciendo las grandes compañías energéticas en Europa y particularmente en Andalucía con el hidrógeno verde lo veremos en los próximos meses. Todas estas inversiones están condicionadas en buena medida a las subvenciones que tendrán que llegar de Europa. Y en año electoral. Ya están maduras las tecnologías para el coche eléctrico, el autoconsumo doméstico está avanzado en casas particulares y empresas. El hidrógeno viene a solucionar las carencias en el transporte pesado y parte de la industria. Pero para todos los sectores, la energía de fusión será definitiva. Hablan ya de 10-15 años para ésta última. Ya son menos de los 20 años prometidos en los años 50 del siglo pasado. Quizá lo veamos. Granada ya lo ve.

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