Ana Cruz Conde: "Trato que cuando vienen mis alumnos sea la mejor tarde que puedan vivir"

En la sección 'Íntimo y personal' de "TodoCaballo" hablamos con Ana Cruz Conde, una cordobesa que ha hecho de la equitación no solo su profesión, sino también su forma de transmitir valores y amor por la naturaleza. Actualmente trabaja como monitora de equitación en el Club de Hípica de Antequera (Málaga), donde dedica sus días a formar a niños y niñas entre caballos y risas.

Ana confiesa que su mayor deseo es que "los niños tengan una infancia rodeada de naturaleza a través de la equitación". Para ella, montar no es solo cuestión de técnica, sino una oportunidad para inculcar respeto, responsabilidad y empatía. "Durante su crecimiento, es tan importante aprender a montar como aprender valores", asegura.

Aunque no siempre tuvo claro que acabaría enseñando, su vocación nació casi por casualidad. En el Club de Hípica de Córdoba, donde aprendió a montar de pequeña, llegaron un día cuatro ponys. "Fue entonces cuando comencé a enseñar a los más pequeños", recuerda con una sonrisa. Desde entonces, su vida ha estado unida a las riendas y al entusiasmo de sus alumnos.

Tras años de experiencia, Ana tiene claro cuáles son las claves de una buena docente: la constancia y la paciencia. Dos virtudes que, según dice, el trato con los caballos y los niños le ha enseñado a cultivar día a día.

Con cariño y entrega, cada tarde se convierte para ella en una nueva oportunidad de dejar huella: "Trato que cuando vienen mis alumnos sea la mejor tarde que puedan vivir".