El equipo internacional ha constatado que la composición genética de los restos descubiertos correspondían fundamentalmente a mujeres y niños, lo que demuestra que la especie buscaba para estas incursiones a los individuos más vulnerables de la tribu, siendo posible que el criterio fuera el de máxima eficacia o bien humillar a la tribu atacada cercenando su reproducción. No es la primera vez que son descubiertos huellas de canibalismo entre los neandertales.