Un cráneo hallado cerca de la ciudad de Harbin, en el noreste de China, ha sido identificado por investigadores como perteneciente a este grupo. Si se confirma el análisis, el hallazgo permitiría arrojar luz a la compleja evolución humana en Asia y podría dar luz a un esbozo real del rostro de un denisovano. El cráneo tiene una parte de leyenda. Aparentemente, fue encontrado en 1933 por un trabajador chino durante la ocupación japonesa. Lo escondió en un pozo porque creyó que se trataba de algo valioso, y no reveló su paradero hasta poco antes de morir, cuando su familia supo dónde estaba. No fue hasta 2018 cuando se realizaron los primeros análisis. Se le atribuyó una antigüedad de 146.000 años y el calificativo de Hombre Dragón, en referencia a la región de Heilongjiang (Río del Dragón Negro) donde fue hallado.