Luto en el flamenco por la muerte de Niño Jero
El guitarrista jerezano, Pedro Carrasco Romero, Niño Jero, falleció el pasado viernes 10 de marzo en su ciudad natal a consecuencia de un cáncer de pulmón que se agravó durante los dos últimos meses.
Niño Jero ha sido uno de los más populares guitarristas del flamenco jerezano de las últimas décadas. Miembro destacado de la generación del compás de Santiago, contó con el apoyo de Manuel Morao, que lo hizo debutar en los Jueves Flamencos de la Plaza de Toros. Su padre, Manolito Jero, le inculcó la profesión de guitarrista, muy a su pesar por su gran pasión por el cante, apuntándolo en las clases de Rafael del Águila y pasando a acompañar en los Cuatros Muleros a Tío Borrico, El Troncho, El Berza, Rubichi o El Torta. Precisamente con éste último cantaor formó uno de los dúos más admirados del momento a partir de su estancia en Madrid para sumarse al cuadro del Tablao de Los Canasteros.
Periquín Niño Jero trabajó para grandes bailaoras como Manuela Carrasco, pero terminó siendo uno de los tocaores más reclamados por los cantaores como Juanito Villar, Pansequito, La Susi o la mismísima Paquera de Jerez. Llegó a acompañar en numerosas ocasiones a Manuel Agujetas, Canela de San Roque o a Santiago Donday, y en destacadas ocasiones a Camarón de la Isla o Juan El Lebrijano, con el que escrutó nuevos sonidos para el flamenco. Periquín brilló también como parte de esa generación de figuras del flamenco de la transición, que completaban Manuel Molina o Lole Montoya, en cuyos primeros discos y giras tuvo una gran presencia.
Niño Jero recorrió el mundo con Los Montoya, Capullo de Jerez o cualquier artista que reclamara el compás único de su guitarra, que llegó a ser la "guitarra oficial" de los programas de flamenco de Canal Sur. Su particular forma de tocar la guitarra y el son tan especial que conseguía le llevó a formar parte de dos eventos fundamentales para la historia del flamenco: el espectáculo Macama Jonda de José Heredia Maya y el que realizó Manuel Morao bajo el título Esa forma de vivir.
Su estilo se ha diferenciado por el ritmo, por falsetas por bulerías de ejecución trepidante. En Jerez ha sido un habitual en la Fiesta de la Bulería, Viernes Flamencos, ciclos en las peñas o, últimamente, formando parte como invitado de algunos espectáculos dirigidos por su hijo Luis de Perikín. Todos sus hijos tienen relación con el flamenco, pero es Manuel, quien con su guitarra mantiene el legado de su padre, sin duda, uno de los artistas jerezanos más importantes en la historia del flamenco.
