Israel Fernández hace "sold out" en su debut en el Maestranza
Este jueves, 5 de octubre, el cantaor Israel Fernández actuará por primera vez en su carrera artística en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Lo hará inaugurando el ciclo 'Cita en Maestranza' para presentar su último trabajo discográfico, 'Pura sangre'.
El artista flamenco es la sensación del momento porque interesa a públicos tanto de fuera como de dentro del género, como demuestra el hecho de que actuará ante unas 1.800 personas, ya que a pocas horas del estreno ha vendido todo el aforo del teatro hispalense colgando el "no hay billetes", o como dirían los más modernos y proclives a la fusión flamenca, haciendo "sold out".
En 'Pura sangre', Israel muestra su visión más íntima del entorno que le rodea y su manera de interactuar con el mundo exterior. Se trata de un alegato a la verdad y la expresión más vital del artista, que vuelve a componer cada una de las letras y melodías que conforman los cantes de este trabajo.
Como viene es habitual, vuelve a apoyarse en uno de los grandes genios del flamenco contemporáneo, el guitarrista jerezano Diego del Morao, y para esta ocasión, además, en Ané Carrasco con la percusión y teclados, Marcos Carpio y Pirulo en las palmas y Belén de los Reyes como actriz.
Criado en una familia gitana de Toledo, Fernández es "un pura sangre del cante" desde que con 11 años empezó a ganar concursos televisivos. Ahora ya es una figura del género que anuncia un enorme futuro. En su caso personal, con cuatro discos en el mercado, el debate entre tradición y modernidad está resuelto por su creatividad.
Aliado de El Guincho, del guitarrista Diego del Morao, o de Pional, referencia actual de la música electrónica, Israel Fernández seduce a las grandes audiencias igual que a la industria, que por su disco Amor, Premio Odeón, también lo nominó al mejor álbum flamenco en los Grammy Latinos.
La explosión de su éxito la vive en su pueblo de siempre, atento a sus cosas, procurando que su música continúe brotando del corazón, que es como le gusta cantar, anteponiendo su experiencia y su verdad y luego dejándose llevar por la espontaneidad del directo. “Soy humildemente impredecible”, dice Israel Fernández, formado como cantaor con el chispazo variable de las fiestas y el cante en familia.
