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Un año de los cinco días de reflexión de Sánchez

Tras conocerse la apertura de diligencias contra su mujer, Sánchez se retiraba a pensar si merecía la pena seguir al frente del Gobierno.

Un año después, siguen activos los casos contra ella, contra su hermano y contra Ábalos.

CANAL SUR MEDIA 24 April 2025

Este jueves se cumple un año desde que Pedro Sánchez hizo pública su carta a la ciudadanía en la que anunciaba que se tomaría cinco días para reflexionar tras la apertura de diligencias por parte de un juzgado de Madrid contra su esposa, por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, tras una denuncia del sindicato autodenominado Manos Limpias.

Aunque desde el Gobierno y desde el PSOE se aseguró que se trataba de una denuncia sin fundamento, la decisión del juez Juan Carlos Peinado hizo mella en Sánchez, quien en su misiva calificaba la situación de un "ataque sin precedentes" contra su esposa y se planteaba si debía seguir soportándolo.

Se respondía a sí mismo en ese momento asegurando que no lo sabía y que, por ello, necesitaba parar y reflexionar junto a su mujer, de la que se confesaba "profundamente enamorado".

"Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor", añadía Sánchez.

Su titubeo provocó una ola de apoyo por parte del PSOE, partido que entró en shock ante la posibilidad real que veían en ese momento de que el presidente del Gobierno renunciara al cargo, mientras que la oposición lo vivió con escepticismo pero expectante también ante la decisión final.

Tras reflexionar junto a su familia y tal y como había avanzado, cinco días después, el 29 de abril, Sánchez hizo una declaración en el Palacio de la Moncloa en la que desveló el resultado de su reflexión.

"He decidido seguir", proclamó y aseguró además que lo haría "con más fuerza si cabe" y escribiendo lo que dijo que sería un punto y aparte para trabajar por la regeneración que consideraba pendiente y por el avance y consolidación de derechos y libertades.

Para ello impulsó el denominado Plan de Acción por la Democracia, con 31 medidas, como crear un registro de medios de comunicación para conocer sus propietarios y la publicidad que reciben, aumentar la transparencia institucional, perseguir la desinformación y los bulos, reformar los delitos de injurias a las instituciones del Estado u ofensas a los sentimientos religiosos, y modificar la ley electoral.

SU MUJER, SU HERMANO Y ÁBALOS

Pedro Sánchez se tomó ese periodo de reflexión el mismo día en que la prensa publicaba que su esposa estaba siendo investigada. Pero no era la primera sospecha de corrupción que le afectaba. La opinión pública ya estaba familiarizada con José Luís Ábalos, ex número dos del PSOE, investigado por el Supremo a partir del caso Koldo. Había sospechas de que el rescate de Air Europa en la pandemia podría haber implicado el pago de sobornos. Además, meses después de su retiro, el presidente supo que un juzgado de Badajoz comenzó a investigar a su hermano ante la sospecha de que su plaza en la Diputación pacense, se había creado a su medida. Aunque, como hemos dicho, el caso que provocó aquella decisión es que afecta a su esposa, a Begoña Gómez.

Sólo dos meses después de que explotara el caso Koldo, también caso Ábalos, el juez Peinado abrió diligencias tras una denuncia del pseudo sindicato ultraderechista Manos Limpias contra Begoña Gómez, a quien se le atribuyen delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo laboral. La primera línea de investigación se centró en averiguar si la mujer de Pedro Sánchez había favorecido la concesión de contratos públicos por valor de casi 11 millones de euros a Juan Carlos Barrabés, amigo personal y experto participante en su cátedra en la Universidad Complutense.

Peinado comenzó también a indagar una posible vinculación entre Begoña Gómez, la empresa Globalia y el rescate público por valor de 615 millones de euros de Air Europa. Una investigación desechada por la Audiencia Provincial de Madrid al no hallar la Guardia Civil indicios de delitos en su actuación. Sin embargo, la Unidad Central Operativa puso de nuevo en el centro de las sospechas a Gómez al aparecer su nombre en una conversación entre Koldo García y el comisionista Víctor de Aldama, responsable de Globalia, empresa propietaria de Air Europa, en la que hablan de que la operación se había complicado y hacen referencia a una llamada a Begoña para desbloquearla.

A la mujer de Sánchez, que ha comparecido hasta en tres ocasiones ante el juez, se le investiga también por presunta apropiación indebida e intrusismo profesional por registrar a su nombre la explotación de un software diseñado gratuitamente por Google, Indra y Telefónica para su master y que, en principio, iba a quedar en propiedad de la Complutense. Ante el juez Peinado también han comparecido este tiempo, pero en la Moncloa, el propio Pedro Sánchez y Félix Bolaños, éste último en la pieza separada en la que se investiga si Begoña Gómez se valió de una asesora e Moncloa para sus actividades profesionales privadas.

Los frentes judiciales sobre el entorno familiar del presidente del Gobierno alcanza también a su hermano David, músico de profesión, a quien se investiga por prevaricación, tráfico de influencias y malversación por la presunta creación de una plaza a su medida como cargo de alta dirección en la Diputación de Badajoz.

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