Sánchez desautoriza a Marlaska y anula el contrato de compra de balas a Israel

Pedro Sánchez ha decidido cerrar la crisis de gobierno anulando unilateralmente el contrato de compra de balas a Israel. El presidente desacredita así al ministro de Interior, que avanzó la compra en Semana Santa, y lo hace después de que Izquierda Unida amagase con salir del ejecutivo. PSOE y Sumar dan por superado el roce, que el Partido Popular entiende como una cortina de humo.

Pedro Sánchez ha decidido tomar las riendas del conflicto que más ha tensado la cuerda en el gobierno de coalición. Y, desautorizando a Marlaska, ha dado orden de parar el contrato con Israel. Han sido poco más de seis millones de euros que han estado a punto de generar la salida de Izquierda Unida del Gobierno.

Sánchez, con este golpe encima de la mesa frena la crisis con Sumar, pero también se resguarda a si mismo porque en el Congreso se comprometió a no comprar armas con los que están acabando con Gaza. Este miércoles, Sánchez y Díaz hablaban para llegar a esa ruptura del contrato que celebraba así la vicepresidenta.

Pero es un roce que ha dejado heridas. Sumar y PSOE dan por superada la crisis, pero la izquierda de la izquierda quiere otros modos en sus socios. Lo decía en los micrófonos de Canal Sur Antonio Maíllo.

Desde la oposición lo que ven en el Partido Popular es una cortina de humo. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado la decisión del Gobierno de rescindir de forma unilateral el contrato de compra de munición a la empresa israelí IMI Systems y ha afirmado que los contratos entre "dos Estados democráticos" se deben cumplir.

"Cuando un Estado hace un contrato con otro Estado se debe cumplir, sobre todo si estamos hablando de dos Estados democráticos como España e Israel", ha apuntado a la prensa.

Feijóo ha dicho que dejar sin efecto un contrato "por un problema personal del presidente del Gobierno y por la inestabilidad política que genera ese contrato es propio de un país de otras latitudes a los países de la Unión Europea".

En los socios de investidura tampoco ha gustado nada ese contrato de Interior para comprar balas. El PNV, por ejemplo, se lo ha hecho saber a Moncloa.