Romper el muro: personas con autismo frente al empleo
El podcast de Canal Sur “Perdona, pero no soy Sheldon Cooper” se ocupa en su último capítulo de la integración laboral de las personas con trastorno del espectro autista.
La búsqueda de trabajo no es algo fácil para el común de las personas. Pero esta actividad se convierte en un auténtico drama si son las personas con autismo las que aspiran a encontrar un empleo. El podcast de Canal Sur Radio, “Perdona, pero no soy Sheldon Cooper” se ha centrado en este asunto con su último capítulo, ‘Trabajar sin máscaras: autismo y empleo’.
En este episodio, el programa aborda pues un tema de enorme relevancia para el colectivo TEA (trastorno del espectro del autismo) y sus familias. Aunque la falta de recursos siempre supone un enorme obstáculo para conseguir una buena evolución de los autistas, la búsqueda de trabajo es uno de sus últimos escollos en el proceso para conseguir su necesaria autonomía, ya en la fase adulta.
El principal objetivo de “Perdona, pero no soy Sheldon Cooper” es difundir la realidad del autismo en la sociedad, ya que, en buena medida, esta condición es muy desconocida. Así, por ejemplo, para mucha gente en general, y para las empresas en particular, es necesario descubrir que las personas autistas tienen habilidades valiosas y únicas que pueden ser útiles para determinados trabajos.
En el diagnóstico que realiza el podcast, se visibilizan las barreras visibles e invisibles que dificultan la inserción laboral. Se trata en concreto de prejuicios, falta de apoyos, entrevistas mal adaptadas, entornos sobreestimulantes…
A pesar de que las dificultades son muchas y el desempleo es muy elevado entre el colectivo de personas con autismo, afortunadamente hay casos como el de Cristian. Este joven trabaja como limpiador en un centro de coworking. En el podcast relata cómo le resulta esta experiencia y la manera en la que logró este empleo.
Otro de los testimonios que se pueden oír son los de Alicia Martínez que es psicóloga y preparadora laboral y el del Hotel Alfonso XIII, en Sevilla, como empleador de trabajadores con autismo.
El autismo necesita consideración y entendimiento por parte de la sociedad y las empresas en este caso. Esta predisposición se tiene que traducir en recursos para una mejor adaptación y la puesta en marcha de buenas prácticas que permitan elevar la empleabilidad. Por eso, este capítulo de “Perdona, pero no soy Sheldon Cooper” se convierte en una llamada a la acción y una reivindicación del talento y las habilidades de las personas autistas que pueden ser de gran utilidad para las empresas.
