La falta de renovación de los miembros del Constitucional que tiene que nombrar el CGPJ mantiene la mayoría conservadora del Tribunal.
El Gobierno pretendía desbloquear la renovación cambiando el sistema de elección.
Pero hacerlo con una enmienda ha levantado una tormenta política.
La reforma judicial que se ha paralizado afecta a la forma de elegir a los magistrados del Alto Tribunal. No es un tema menor, las decisiones judiciales están llenas de matices y ellos son los encargados de pronunciarse sobre cuestiones de gran calado, leyes de especial sensibilidad y conflicto de intereses.
La tarea fundamental del Alto Tribunal es garantizar la Constitución, está compuesto por 12 miembros, 4 a propuesta del Congreso, otros cuatro los propone el Senado, dos el Gobierno y dos más el CGPJ. Esto influye en un juego de mayorías: más conservador o más progresista.
El actual, de mayoría conservadora, está prorrogado desde junio, afectado por la falta de renovación del consejo. ¿Qué ha intentado el Ejecutivo? desbloquear la situación modificando el procedimiento para nombrar a sus candidatos. La forma de hacerlo a través de una enmienda ha levantado la tormenta política. El Alto Tribunal admite de momento paralizar esa reforma.
La decisión judicial es técnica, pero lo que está en juego es como se cambian las mayorías del tribunal al elegir a sus miembros. Y no debemos olvidar que ellos son quienes se han pronunciado ante desafíos jurídicos de extrema gravedad, como lo fue, la consulta del 9N, el procès, o el Estado de Alarma durante la pandemia. Ellos serán quienes decidan también sobre leyes muy sensibles ya recurridas. Hablamos de la eutanasia, la ley de educación, del 'solo sí es sí' o la ley del aborto.