Aumenta el revuelo político ante su posible procesamiento. Sería la primera vez que ocurre en democracia. El Partido Popular vuelve a pedir su cese y denuncia un "pacto de silencio". Desde el Gobierno apela a la presunción de inocencia y le reitera su apoyo
Álvaro García Ortiz continúa como Fiscal General del Estado, 24 horas después de que el Tribunal Supremo confirmara su procesamiento por supuesta revelación de secretos. Mientras aumenta el revuelo político ante la posibilidad de que, por primera vez en democracia, un Fiscal General del Estado se siente en el banquillo.
El Partido Popular insiste en pedir su cese y acusa al Gobierno de mantenerlo por interés. Incluso sugiere un pacto de silencio con el propio Pedro Sánchez por los casos de corrupción en el entorno del presidente del Gobierno.
Los ministros socialistas reiteran el respaldo de Sánchez al Fiscal General y también van más allá. No sólo insisten en la presunción de inocencia, sino que ponen el foco en Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, quien denunció al Fiscal General por, supuestamente, filtrar sus datos personales.
El Gobierno reclama que se respete la presunción de inocencia y sigue dándole su apoyo cerrado