El Real Betis cerró su participación en Europa por esta temporada con otro mal partido ante un rival muy inferior ante el que no supo mantener la ventaja del gol de Bakambú que le permitía igualar la eliminatoria ante el Dinamo de Zagrerb.
La jugada del empate de los croatas es todo un tratado de falta de intensidad a la hora de defender, y el gol del japonés Kaneco sepultó las opciones béticas de hacer algo en el tercer torneo continental.
Ese gesto de Fekir es el que hace hoy la afición bética. Más que por la eliminación, por la sensación de que el equipo ha tirado su presencia tanto en la Europa League como en la Conference.
Solo había que ver los rostros de la expedición verdiblanca cuando han aterrizado en el aeropuerto de Sevilla. Ni una sonrisa, ni una palabra. Ayer, tras acabar el partido, nadie supo explicar qué había pasado exactamente. El domingo, ante el Athletic, se verá cuál es la reacción de la grada del Villamarín.