El suceso ha vuelto a abrir el debate sobre la práctica deportiva extrema con altas temperaturas
Tragedias similares se han producido en Andalucía recientemente
Mattia Debertolis era un corredor experimentado, de la élite europea de la especialidad de carreras de montaña y orientación. Quizás la prueba no debió celebrarse con 43 grados que hacía en la ciudad china de Chengdu cuando se disputó la media distancia masculina y femenina.
El campeón italiano de 29 años no superó el colapso sufrido el viernes y, de hecho, otros participantes llegaron a la meta con signos evidentes de agotamiento.
En España se producen alrededor de 200 muertes al año de corredores populares, en algunos casos por sobre esfuerzo y no solo por el calor extremo. Andalucía ha sido escenario de alguna muerte en los últimos meses, y es que se están dando episodios de calor en meses como abril u octubre.
En otoño pasado fallecieron dos participantes en el Mundial de Triatlón celebrado en Torremolinos, un mexicano y un británico. Otras carreras como la media maratón de Málaga y la de Madrid han registrado víctimas mortales, la última en abril de este año.
Los corredores deberían de conocer el esfuerzo con calor que son capaces de resistir sin poner en peligro su salud. Por añadidura, las promotoras de las carreras deben extremar los controles de seguridad para cuidar la integridad de los deportistas.