Los de Rubi se asientan en la zona de ascenso directo.
Todas esas cualidades futbolísticas que espera el aficionado tardaron en llegar, de hecho la primera gran oportunidad del partido la tuvo el Granada un poco antes del descanso y no la desperdició. La parsimonia de Lopi con el balón en una zona delicada del campo permitió la recuperación de Uzuni que no se entretuvo y definió con gol.
El espectáculo se disparó en la segunda mitad. Se unieron las necesidades, las urgencias y las capacidades del Almería que aplicó presión máxima y continuada sobre la portería de Mariño. La jugada de y Baptistao y Melero no fue capaz de rentabilizarla Arribas en una buena posición.
Arribas desperdició otro momento propicio de gol. El pase regalo fue de Chumy y la imprecisión del delantero madrileño.
Sin embargo, en tres minutos el Almería justificó su capacidad goleadora. Primero Melero envía un pase con dificultad media a Luis Suárez lo maneja con el pecho, busca portería y lanza un derechazo lejano y ajustado al poste que sorprende a Mariño.
Y a renglón seguido la velocidad de Luis Suárez le permitió apurar hasta la línea de córner y sacar un pase-disparo que llegó hasta Melero. Pegado a la portería golpeó con fuerza al fondo de la red. Fue el gol de la victoria que asienta al Almería en su puesto de ascenso directo pero que no aleja al Granada de sus aspiraciones de Primera.