Las tres vírgenes de la provincia y la Virgen de los Reyes se encuentran en el catedral.
El Gran Poder saldrá con la túnica persa por primera vez desde 1939.
La Virgen de Setefilla procesionará sin música.
la Virgen de Valme estrenará un manto de los 60 que tiene donados.
Las tres vírgenes de la provincia y la Virgen de los Reyes se encuentran en el catedral. La Patrona de de la archidiócesis, en la que es su casa, luce en el altar del jubileo para presidir mañana la misa de clausura del congreso. Tendrá un papel relevante ya que en el Paseo de Colón a la altura de la Maestranza, esperará el paso de todo el cortejo. Entre ellas, la Virgen de Valme, protectora de Dos Hermanas.
Estrenará un manto de los 60 que tiene donados. Con este de raso del siglo 18 procesionará el domingo hasta su sede en la Iglesia del salvador. De Utrera llega la Virgen de Consolación. No solo allí la veneran. Hasta en América es conocida su devoción que ha permanecido entre los que partieron a lo largo de los siglos.
Acompañada de su banda Banda de Música Álvarez Quintero, descansará en la iglesia con su nombre de Los terceros. Y la Patrona de Lora del Río. La Virgen de Setefilla procesionará sin música, portada a hombros como hace en Lora.
El resto de imágenes espera aún en sus templos de la capital. Las primeras en salir serán las dos de Triana. La Esperanza, desde la capilla de los marineros está a punto de iniciar el recorrido. Lo hará con el manto de los dragones de Caro y la saya de la Coronación. Llevará sus sones por Sevilla la Banda de Música de Las Cigarreras.
Una hora más tarde, desde la calle Castilla saldrá el Cachorro. Atravesará el río el que es uno de los últimos grandes crucificados del barroco español, en esta ocasión con corona de espinas y potencias.
La Macarena y el Gran Poder saldrán de Madrugada como en Semana Santa. Primero la de San Gil que lucirá a sus pies la rosa de oro concedida por el papa Francisco. Con su paso, la banda de Música Carmen de Salteras.
Y finalmente el señor de Sevilla. El Gran Poder, que saldrá con la túnica persa por primera vez desde 1939. En estricto silencio, como siempre, la portentosa imagen de Juan de Mesa será sin duda la que arratre a las calle sus miles de files que diariamente le veneran en su basílica