El arroz que tiraron los invitados a una boda le ha supuesto una multa de 200 euros a una iglesia de Sevilla, en concreto a la parroquia de San Nicolás de Bari. Esta sanción ha llevado al párroco a imponer una fianza de 140 euros a los futuros novios. La medida intenta evitar que se repitan las tiradas de arroz o pétalos. El Ayuntamiento de Sevilla argumenta que el arroz se considera como cualquier otro residuo que se arroje a la vía pública, un delito que está tipificado como infracción dentro de su régimen sancionador.