Es la realidad que viven cientos de agricultores en Andalucía. Tienen que destruir o abandonar parte de sus plantaciones para intentar salvar la otra. La próxima campaña de la naranja se verá mermada en un 60%
Agricultores andaluces se ven forzados a arrancar parte de sus plantaciones de cítricos y los frutales por la falta de agua. Es una realidad, no hay agua para todos y de esta forma tratan de salvar una parte, abandonando o destruyendo la otra.
Noticias1 lo ha comprobado en una finca sevillana donde su propietario se ha visto obligado a arrancar la mitad de su plantación de naranjos, en total 15.000 árboles. Han pasado de contar con 6.000 metros cúbicos de agua por hectárea a 700 este año.
Son daños irreparables que conllevan pérdidas medioambientales y económicas. En la próxima campaña habrá una merma del 60% en las naranjas, un hecho que tendrá consecuencias en el empleo. La situación también es grave para los cítricos y frutales en las provincias de Huelva y Cádiz. En la Axarquía malagueña habrá reducción en el mango y el aguacate.