En 'Días de Verano' conocemos la historia de Esther Soto, una sevillana de La Algaba deportada desde EE UU, después de haber denunciado a su marido por malos tratos. Fue él, precisamente, el que denunció que no tenía papeles, poco después de que ella le echara de casa. Ahí empezó su calvario de seis meses hasta su deportación.
Pasó por centros de inmigrantes donde solo comía una manzana diaria hasta cárceles como la de Orlando. Ni su condición de víctima de violencia de género (que también cuentan con especial protección en Estados Unidos) ni su nacionalidad la libraron de su calvario en el que pasó mucho miedo. "Sentí miedo porque las noticias decían que había 700 inmigrantes desaparecidos (...) y no sabía si un día me iban a trasladar a mí y acabaría desapareciendo".
Escucha el testimonio completo en el audio que acompaña a esta noticia.