El mes de julio en España ha sido mejor que el del pasado año y los más virulentos se han producido antes del verano, como el de Extremadura que calcinara en mayo más de 10.000 hectáreas.
En Andalucía, hasta ahora, solo ha habido que lamentar un millar de hectáreas quemadas.
Los expertos avisan de que cada año comienza antes la temporada de incendios, lo que hace que aumente su número. Sin embargo, el pasado mes de julio ha sido mejor en cuanto al numero de fuegos que 2022. En Andalucía, además, hasta el momento, se ha reducido el número de hectáreas quemadas respecto al año pasado, gracias en parte, a la rápida intervención de las fuerzas de extinción.
Menos incendios, pero más grandes, y temporadas de fuegos forestales más amplias. Son las características del panorama actual, según informan desde la organización ecologista WWF. Y los datos lo avalan. El primer gran fuego de este año en España tuvo lugar más pronto de lo habitual, en marzo: fue en Villanueva de Viver (Castellón) y arrasó 4.700 hectáreas. En julio se produjo un incendio en la isla canaria de La Palma, donde se quemaron 3.500 hectáreas. Pero el peor, hasta el momento, ha sido el de de Las Hurdes y Gata (Cáceres), que tuvo lugar en mayo. Arrasó una superficie de 10.843 hectáreas (una dimensión similar a 12.000 campos de fútbol). Y no olvidemos el de Tenerife, que sigue sin control y lleva quemadas más de 3.200 hectáreas.
Sin embargo, lo cierto es que España se ha librado de los fuegos descontrolados que en julio han arrasado otros países mediterráneos, como Grecia o Argelia. Las lluvias de final de la primavera parece que han ayudado en este sentido.
En Andalucía, los datos son mucho mejores que el año pasado. Hasta mediados de agosto se han quemado en torno al millar de hectáreas, frente a las más de 15.000 que ardieron en 2022. La rápida intervención de los servicios de extinción explican en parte esa caída, ya que se han podido controlar la mayoría de conatos e incendios antes de que llegaran a tener grandes dimensiones.