La Junta de Andalucía y la Diputación de Cádiz ayudarán a sufragar los gastos de exhumación de cinco marineros gaditanos muertos hace 50 años en un naufragio en Lanzarote
Sus familiares creían que habían desaparecido en el mar pero fueron encontrados y enterrados en un cementerio de Arrecife bajo unas lápidas sin nombre. Pertenecían al pesquero “Domenech de Varo”. Ese dinero permitirá exhumar los restos, realizar las pruebas de ADN para confirmar su identidad y trasladarlos a Cádiz.
El suceso ocurrió cuando el pesquero, que había salido de El Puerto de Santa María e hizo escala en Ceuta para repostar, se dirigió a los caladeros de la costa Atlántica norteafricana. De los 12 marineros que iban en el pesquero, sólo dos sobrevivieron y de los otros diez, dos cuerpos fueron identificados y ocho nombres se dieron por perdidos en el mar.
Una investigación reciente realizada por uno de los hijos de los desaparecidos, en colaboración con la Asociación por la Memoria Histórica y Pesquera de Lanzarote, ha desvelado que la información que se trasladó a la península era "inexacta", ya que de los diez tripulantes fallecidos se recuperaron ocho cuerpos, tres de los cuales fueron identificados y otros cinco no se pudieron identificar, y que estos cinco cuerpos "están enterrados y sin identificar en Arrecife".
La Asociación de Familiares y Amigos de las víctimas del Domenech de Varo, ha explicado la Junta, necesita "unos 15.000 euros" para realizar la identificación y trasladar los restos a sus localidades de origen, en la provincia de Cádiz. Del total del dinero necesario, la delegación del Gobierno colaborará con 5.000 euros.
El presidente de esta asociación, José Manuel Pose, ha subrayado que "ahora es preciso sufragar los gastos de las pruebas de exhumación, pruebas de ADN, así como el traslado de los restos mortales a cada uno de los municipios de origen de los marineros".
Desde la delegación del Gobierno andaluz en Cádiz, se va a contribuir para que los familiares "puedan acabar de una vez por todas con este profundo daño que los embarga desde hace 50 años, cuando nadie informó de que los cuerpos de sus seres queridos, fueron enterrados en cinco nichos sin nombre en el cementerio de Arrecife".