La solidaridad de una luchadora
Mechones de ánimo
Antes de hacerse con la corona de Miss, María, jugaba a ser modelo, vestida con su bata de hospital y orgullosa de ese pelo rubio que los demás no veían.
Con tres años le sacude el cáncer, con diez lo derrota. Ahora con 27, tiene claro lo que es importante en la vida, por lo que luchar.
María intenta hacer feliz a los demás con esta preciosa sonrisa y su pelo rubio que dona a una ONG para hacer pelucas que hagan sentirse bien a los que luchan contra la enfermedad.
Esta profesora, peleona incansable, se propuso vencer al dragón y lo ha conseguido.