El equipo malagueño ha conseguido el ascenso directo a la categoría de bronce del fútbol español -antigua Segunda B- a falta de cuatro jornadas para el final de la liga.
En Antequera hay quien todavía anda de fiesta. El equipo de la ciudad ha ascendido este fin de semana a Primera RFEF -antigua Segunda B- a falta de cuatro jornadas para que acabe el campeonato. Han pasado quince años desde la última vez.
"Que bote el Maulí", se pidió sobre el césped y lo hacían jugadores, directivos y una afición que recibió la mayor de las alegrías, esperada desde hacía varias jornadas pero que llegó, donde más gusta, en campo propio.
El antes, el durante y el después de este ascenso ha supuesto uno de los días más felices en mucho tiempo de un club de fútbol una ciudad y un entrenador. Hubo cánticos, manteos y fiesta en autobús y en la calle. Subir a la categoría de bronce del fútbol español bien lo merece.
El club está en plena transformación y dos tercios del Antequera pertenecen a los propietarios del Utrecht, equipo de los Países Bajos y será total cuando se formalice la conversión del club a Sociedad Anónima Deportiva.