Los afectados de Asperger piden en el Parlamento que se reconozca el trastorno como discapacidad social
Este 18 de febrero se ha celebrado el Día Internacional dedicado a este trastorno del espectro autista.
En Parlamento Andaluz hemos acompañado a la Federación Andaluza de Asperger en sus reivindicaciones ante el Parlamento.
Es tradición que el Parlamento abra sus puertas a los afectados por el síndrome de Asperger con motivo del Día Internacional dedicado a este síndrome que se celebra cada 18 de febrero. La Federación Andaluza de Asperger ha reclamado en un manifiesto que a las personas con este trastorno se les reconozca una discapacidad social.
Son las mujeres las que se llevan la peor parte porque, durante años, los diagnósticos han sido tardíos o erróneos. Dos de ellas nos han contado su experiencia. Su testimonio es toda una ayuda para que conozcamos mejor su realidad y sepamos estar a la altura de sus necesidades.
En Parlamento Andaluz hablamos con Ana, de 27 años. Le diagnosticaron síndrome de Asperger con 8. Marina tiene 22 y su diagnóstico fue más tardío. A los 15.
Está catalogado desde el punto de vista clínico como trastorno del espectro autista de nivel 1, es decir, que no implica discapacidad intelectual. El movimiento asociativo amparado por la Federación Andaluza de Asperger surgió a partir de 2005 a iniciativa de muchas familias que no encontraban diagnósticos acertados ni terapias adecuadas para un trastorno que, por ejemplo, se manifiesta de forma muy diferente en hombres y mujeres.
Se estima que más del 80% de los adultos con trastornos del espectro autista están en el paro, víctimas de los prejuicios del mundo laboral y del desconocimiento de sus capacidades. El movimiento asociativo lleva años reclamando que las convocatorias de empleo público establezca perfiles mas precisos y adaptados a las personas con Aspeguer.
Por eso reclaman su reconocimiento específico como discapacidad social. La federación andaluza confía en que los cambios que pronto entrarán en vigor en el sistema nacional para baremar las discapacidades suponga un avance parar los Asperger.
Y es que las personas como Marina o Ana se enfrentan a diario al desconocimiento y la desinformación de los demás sobre su manera de estar en el mundo. Ellas dos, con su esfuerzo y con la ayuda de especialistas son hoy capaces de reivindicarse.
