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La Guardia Civil aborta el desembarco de 410 kilos de cocaína en Barbate

En la operación, se incautaron 17 fardos de cocaína y se detuvo a dos personas. Tenían armas, quads, móviles y walkie talkies para su operación delictiva.

Además, otras ocho personas han sido detenidas por contrabando en Sanlúcar de Barrameda.

CANAL SUR MEDIA 3 diciembre 2025

El narcotráfico no da tregua a la costa de Cádiz. Nuevas imágenes grabadas en la playa de la Yerbabuena, en Barbate, muestran como este mismo miércoles por la mañana una narcolancha se mantiene, probablemente, a la espera de conseguir suministros de combustible con los que aguantar en alta mar.

Precisamente en Barbate, la Guardia Civil de Cádiz ha evitado la introducción de un alijo de cocaína que pretendía ser introducido por la costa de esta localidad gaditana, deteniendo a dos personas e interceptando 17 fardos con un peso aproximado 410 kilos de esta droga.

Es un diario en Cádiz: petaqueros en el Guadalquivir, a la altura de Sanlúcar de Barrameda, su narcolancha una semirrígida de doce metros de eslora cargada de útiles, comida y enseres, todo ello protegido en bolsas estancas para evitar el agua salada. A su paso por Bonanza, un paso fugaz porque iban a toda velocidad, resultan detenidos por la Guardia Civil, en total ocho personas por un delito de contrabando.

Una gota en el mar porque, apenas conocida la noticia, la Benemérita informa de otra detención, esta de hace unos días: una embarcación sospechosa que navega por Barbate cargada con muchos fardos, sí, pero de cocaína. 410 kilos en total y dos detenidos. Y la cocaína alumbra un mundo más tenebroso que el del hachís, más violento y peligroso porque los beneficios son mucho mayores y los narcos defienden sus alijos con más virulencia. La costa de Cádiz sufre del mismo mal desde Sanlúcar a San Roque.

Vemos imágenes son de Sancti Petri, en Chiclana, y del río Guadalete: Vigilancia Aduanera mantiene abiertas varias investigaciones porque en apenas seis días se ha incautado de mil garrafas con unos veinticinco mil litros de combustible en al menos siete embarcaciones, una cantidad insólita que justifica la fama de gasolineras flotantes de estas lanchas. El litoral de Cádiz vive, mucho más que antes, un asedio del narcotráfico que no da tregua. 

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