El animal fue reducido por la Policía Local después de que se escapara del corral donde lo tenía su dueño al derrumbar una de las paredes a base de embestidas.
En Almonte, un toro ha tenido que ser reducido por la Policía Local después de que se escapara del corral donde lo tenía su dueño al derrumbarse una de las paredes.
El animal, asustado, recorrió la zona del Barrio Obrero antes de ser interceptado por los agentes. Al final, final feliz: ni ningún vecino ni el animal sufrieron daños.
El animal se encontraba aparentemente tranquilo durante su escapada. Fueron solo unos minutos, pero los vecinos que se toparon con él vivieron momentos de pánico. Aunque nos cuentan que es bastante manso, dentro de su bravura, ver tan próximo un animal de tales dimensiones, impone.
El propietario del toro, Manuel Orihuela, explica que todo apunta a que con la fuerza de sus embestidas, el animal acabó tirando la pared y saliendo al exterior. Ahora se encuentra en un nuevo corral, pero Manuel se plantea llevárselo al campo.