Tenía 18 años cuando desaparecía sin dejar rastro. En la parada de autobús de la avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro. Su padre la dejó allí para ir a la feria.
Un 18 de agosto de hace 22 años, María Teresa Fernández desaparecía en una calle céntrica de Motril, Granada, cuando iba a la feria. En este tiempo, ninguna de las líneas de investigación ha dado indicios sobre su paradero. Los padres piden que su caso no se olvide.
María Teresa tenía 18 años cuando desaparecía sin dejar rastro. En la parada de autobús de la avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro. Su padre la dejó allí para ir a la feria, donde había quedado con sus amigos. Un mensaje al móvil de su novio, es lo último que se sabe de ella. Le decía que iba de camino.
Pese a que la investigación se ha mantenido abierta, ninguna línea ha llevado a saber qué pasó aquella noche. Un giro llegó cuando Tony King, condenado por las muertes de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, señaló a su amigo, Robert Graham, en una carta a su ex mujer. La Policía descartó esta pista.
22 años después, la familia no se rinde, y recuerda a su hija con amigos y conocidos de la joven. Este año, se presenta el libro sobre ella en Motril, que la homenajea también con un monolito.