Según las organizaciones agrarias, 2022 está siendo el peor año de la última década para el campo andaluz. Como ejemplo, la producción de cultivos como el olivar y algunas especies de subtropicales se va a reducir entre un 40 y un 50 por ciento. Las consecuencias de la falta de agua están siendo igualmente graves para la ganadería.
Las organizaciones agrarias califican la situación en el campo como catastrófica a poco más de un mes para que termine el año agrícola. El futuro próximo se vive con incertidumbre.
Desde estas organizaciones se reclaman más embalses, trasvases desde zonas excedentarias y a los ciudadanos que adaptemos nuestros hábitos para consumir menos agua.