Es el más grande que abastece a Sevilla y ha alcanzado el máximo de su capacidad tras las últimas lluvias. La última vez que soltó agua fue en 2018 después de otro temporal
La borrasca Garoé ha dejado en los embalses de la Cuenca del Guadalquivir 126 hectómetros cúbicos que los sitúan al 37 por ciento de su capacidad.
El pantano de Melonares, el mayor de los que abastecen a Sevilla, ha empezado a desembalsar agua tras alcanzar el máximo de su capacidad. Lo hace por segunda vez en su historia. La última vez fue en 2018, tras otro temporal de lluvias.
En general los pantanos de Andalucía occidental son los que más agua han recogido. Estas lluvias han elevado el agua almacenada de la cuenca a casi 3.000 hectómetros cúbicos, de un total de 8.000. No ha llovido tanto en las
provincias de Córdoba y Jaén, que albergan los embalses de más capacidad y de cabeza