La lluvia tiene sus efectos en el campo y no todos son positivos. Algunos hortícolas no se están pudiendo recolectar y otros no se pueden sembrar debido a la gran cantidad de agua que ha dejado la borrasca Jana.
En localidades sevillanas como Carmona, aún no se ha iniciado la siembra del garbanzo o el girasol porque el terreno está encharcado.
En otros casos, como el del trigo blanco que sí se ha sembrado, la lluvia está pudriendo las raíces. Los almacenes, por tanto, están llenos de sacos de semillas que deberían estar ya sembradas.
En otras localidades como Lebrija, las cosechas de verduras están sin recoger.
Otros cultivos perjudicados por el agua es el de la cebolla, o los guisantes. Alimentos que llegarán al consumidor más tarde y más caros.