Quince bodegas y cinco restaurantes participan en la Cata del vino Montilla-Moriles
Tras su suspensión en 2004, la Cata refuerza en esta edición su carácter profesional, aunque sin olvidar la promoción turística.
En una nueva ubicación, la avenida del Alcázar de la capital cordobesa.
Segunda jornada en la ciudad de Córdoba de la 39 edición de la Cata del Vino Montilla-Moriles, con más afluencia de público y presencia de turistas, una oportunidad para conocer y degustar los vinos de calidad que se producen en la comarca montillana.
La Cata abre este año una nueva etapa, tras las suspensión de su celebración en 2024, con quince bodegas participantes, diez menos que en la última edición, y cinco restaurantes. Es una edición con mayor carácter profesional, aunque sin olvidar la promoción turística.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Javier Martín, ha explicado que son menos bodegas las participantes por "el nuevo concepto" que quieren implantar. Según Martín, todas las bodegas y restaurantes que participaran hasta el 27 de abril en esta edición de la Cata, "tienen muy claro" que la pretensión es dar "una calidad excepcional".
El objetivo de esta edición que "no se va a parecer prácticamente en nada al anterior" es intentar profesionalizar la Cata, que este año está dedicada al pintor Julio Romero de Torres, por los 150 años de su nacimiento.
La 39 Cata del Vino Montilla-Moriles se celebra además en una nueva ubicación, la avenida del Alcázar de la capital cordobesa, entre el Alcázar de los Reyes Cristianos y el río Guadalquivir.
En anteriores ediciones la Cata se celebró en la plaza de toros, en 2023, tras el traslado allí por la imposibilidad de organizarla en el Palacio de la Merced, sede de la Diputación Provincial, que había sido su ubicación tradicional.
