La sequía deja al descubierto el merendero del rey
El bajo nivel del embalse del Guadalmellato permite ver este antiguo templete de piedra, donde merendó el rey Alfonso XIII en 1925.
El pantano está al 37 por ciento de su capacidad, muy por encima de la media de los embalses de Córdoba, que no llega al 15 por ciento.
Es un indicador infalible para los cordobeses. Cuando las aguas del embalse del Guadalmellato dejan ver en su totalidad el llamado merendero del rey, es que hay problemas de sequía. Este antiguo morabito o templete comienza a ser visible cuando el Guadalmellato está por debajo del 70 por ciento de su capacidad.
Hoy, cuando el pantano está al 37 por ciento, puede contemplarse toda la construcción y la isla en la que se asienta, donde han anidado familias de cormoranes.
En 1925 el entonces rey Alfonso XIII inauguró el embalse que iba a abastecer de agua a la capital cordobesa y el canal del Guadalmellato. Después de activar las compuertas, fue agasajado con una merienda sobre lo que todavía era una elevación en el valle de los ríos Cuzna y Guadalbarbo.
A pesar de la escasez general de agua, con más de un tercio de su capacidad, el pantano del Guadalmellato está muy por encima de la media de los embalses cordobeses, que no llega al 15 por ciento.
