El método de crianza se basa en otorgar el máximo bienestar a los animales
Un ganadero de Pozoblanco mantiene una explotación informatizada y energéticamente autosuficiente
Más grandes y de color rojizo. Así son los cerdos ibéricos puros de la variedad Torbiscal, criados en esta dehesa de la localidad cordobesa de Pozoblanco. Variedad en peligro de extinción por la que ha apostado, como hiciera su padre, Rafael, este veterinario, pero ante todo ganadero, que respetando la tradición, ha innovado al máximo en su granja.
El método de crianza se basa en el máximo bienestar: gestación de las reproductoras en exterior y ya en el interior parideras con más amplitud. Pero lo más novedoso, una sala de lactancia compartida para reducir el estrés de los lechones y evitar así el uso de antibióticos en los primeros meses de vida.
Lechones que reciben los mejores cuidados antes de salir al exterior, a la dehesa. Una explotación informatizada y energéticamente autosuficiente, de donde salen carnes, paletas y en pocos años jamones de máxima calidad.