El equipo infantil Manchester 62 ha optado por esta protección ante los estudios que alertan de que los golpes repetitivos pueden causar daños y acelerar daños neurodegenerativos.
Meter un buen gol de cabeza es uno de los lances más característicos del fútbol y sin duda un arte muy valorado. Pero son muchos los estudios que alertan de que esos golpes repetitivos en la cabeza causan daños e incluso aceleran enfermedades neurodegenerativas.
En en Manchester 62 de Gibraltar ya obligan a los chavales a jugar con una banda protectora que esperan que con el paso de tiempo se generalice en todo el fútbol. Sueñan con llegar a lo más alto de fútbol y quizás ahora ni piensen si hay aspectos negativos en lo que hacen. Cada día entrenan lanzamientos de penalti, regates y remates de cabeza sobre todo, que para ellos son un lance más del juego.