18 detenidos en una operación contra una red de distribución de droga en la Sierra de Cádiz
Se han realizado hasta 17 registros simultáneos, 15 de ellos en Olvera, epicentro de la red, y se han desmantelado 12 puntos de venta de estupefacientes.
Nueve de los detenidos han ingresado en prisión, entre ellos un joven de 32 años al que se considera el cabecilla del grupo.
La Guardia Civil, en el marco de la operación Góngora, ha desarticulado una importante red dedicada a la distribución de estupefacientes en la Sierra de Cádiz, una organización "sumamente activa" que distribuía drogas a media y pequeña escala, con registros en Olvera, Algodonales y Alcalá del Valle, además de en Montellano (Sevilla). En el operativo, iniciado en la madrugada del 21 de mayo, han sido detenidas 18 personas, de las cuales 9 han ingresado ya en prisión provisional. Entre ellos está un hombre al que se considera el narcotraficante más influyente de la zona.
Se han realizado hasta 17 registros simultáneos, 15 de ellos en Olvera, epicentro de la red. Allí se ha detenido a este presunto cabecilla, que a sus 32 años controlaba el negocio como si fuera un veterano, según explica Manuel González, portavoz de la Guardia Civil en Cádiz.
La operación, con 300 agentes, unidades caninas de cuatro provincias y hasta un autobús, para poder trasladar a los 18 detenidos, se ha extendido también a las provincias de Sevilla y Málaga.
Ha permitido desarticular 12 puntos de venta de droga. Se han incautado más de 7 kilos de cocaína en roca, 700 gramos de heroína, 1,2 kilos de MDMA, 14 kilos de polen de hachís, marihuana y cientos de dosis listas para la venta, incluyendo cocaína rosa.
También se incautaron más de 75.000 euros en efectivo, vehículos, motocicletas, teléfonos móviles, balanzas y otros efectos relacionados con la actividad delictiva.
Los detenidos están acusados de delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal y nueve de ellos han ingresado en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Arcos de la Frontera.
Según informa la Benemérita, la organización desarticulada abastecía de estupefacientes a toda la comarca, estando liderada por un joven de 32 años que había amasado un ingente patrimonio que incluía varias viviendas y fincas rústicas en la zona, varios vehículos, algunos de alta gama, y motocicletas, llevando además un tren de vida que en poco se correspondía con su actividad profesional declarada, que era la de ayudante en el sector de la construcción, estando de alta en la empresa familiar la mayor parte de su vida laboral.
El líder de la red desarticulada se jactaba de tener bajo su control todos los puntos de venta de drogas de la comarca, y a todos los narcotraficantes de la zona trabajando para él. La organización investigada tenía unos roles perfectamente definidos, donde el liderato lo ostentaba este joven, apoyado por su lugarteniente, quien además realizaba funciones de transportista de la droga, guardería y regentaba su propio punto de venta de drogas al menudeo.
De igual manera era asistido por numerosas personas que le auxiliaban tanto en labores de seguridad, transporte o guardería, teniendo a su vez cada uno de ellos su propio punto de venta.
