La varroa, unida a la ausencia de lluvias, está despoblando las colmenas andaluzas y provocando que sean muchos los apicultores que abandonen sus explotaciones.
La sequía está afectando también a un insecto que es fundamental en el medio ambiente, las abejas. La falta de lluvias en Andalucía ha multiplicado la pérdida de abejas en las colmenas. Este año se ha reducido la producción de miel más de un 40%.
El ácaro de la varroa es un problema de la apicultura en prácticamente todo el mundo, pero la sequía que lleva tres años sufriendo Andalucía ha incrementado la muerte de estos insectos tan fundamentales para el medio ambiente. Y es que las abejas no solo producen miel, su importancia es tal que la mayoría de nuestra alimentación depende de ellas.
Unido a estos problemas se encuentra el del apicultor, una profesión que se ha vuelto deficitaria. Con la sustanciosa caída de la producción respecto al pasado año, cada vez son menos los que quieren cuidar de este insecto tan necesario.