El niño tenía sólo dos años. Murió asfixiado después de que se le cayera la cómoda encima.
Ocurrió en 2017 cuando IKEA ya había comprobado la inestabilidad de los muebles de la línea.
IKEA va a indemnizar con 46 millones de dólares a los padres de un niño que murió aplastado por una de sus cómodas en Estados Unidos. Son muebles de la línea Malm que, actualmente, cuentan con sujeción para evitar accidentes pero que no la tenían cuando comenzaron a venderse en 2008.
El pequeño tenía sólo dos años. Murió asfixiado después de que se le cayera la cómoda encima y lo aplastaran los cajones. Ocurrió en 2017 cuando IKEA ya había comprobado la inestabilidad de los muebles de la línea. Habían fallecido otros niños de edades parecidas y la compañía de muebles, en 2016, había pagado indemnizaciones, retirado millones de muebles y puesto en marcha un sistema de anclaje con un kit de sujeción.
Lo que argumenta la familia es que había adquirido los muebles en 2008, antes de que hubiera esas normas, y que nadie les había advertido del peligro. Un aviso que sirve para todos. La recomendación es que todo mueble que supere los 60 centímetros es más seguro fijado a la pared. Sobre todo si en la casa hay niños.