20 personas mueren aplastadas por un camión que repartía alimentos en Gaza
La hambruna entre la población es cada vez más acuciante, y los camiones con alimentos llega a cuentagotas
Israel niega que haya esa situación límite, y alega que los niños extremadamente delgados que aparecen en las imágenes son enfermos, y no personas desnutridas
Hambre, desesperación, y muerte. Las calles de Gaza se han convertido en un infierno en vida, donde la lucha por la supervivencia se convierte en el único objetivo diario, si es que existe alguno.
Es tanta la desesperación que en las últimas horas 20 personas han muerto aplastadas por un camión que repartía alimentos y ayuda humanitaria, tal era la urgencia en conseguir algo de comida. Y es que, en palabras de este profesor gazatí, la harina se ha convertido en una especie de oro blanco al que pocos tienen acceso.
Al hambre se une la sed de la población, con unos acuíferos contaminados y tuberías rotas por los bombardeos. La vida en las calles se reduce a deambular buscando comida, entre cartones que se convierten en improvisados ataúdes, y rústicos carromatos que lo mismo trasladan harina, heridos o muertos.
La hambruna se ha cobrado la vida ya de 193 personas, 96 de ellos niños, según el Ministerio de Sanidad gazatí, y más de 320.000 menores de 5 años, esto es, toda la población infantil de Gaza, está en riesgo de desnutrición aguda, según el Programa Mundial de Alimentos.
Mientras, la población sigue muriendo, víctima de los bombardeos y de una atención hospitalaria insalubre, en el mejor de los casos. Un emergencia humanitaria que debe despertar conciencias, y para que la que van agotando todos los calificativos.
