Melones convertidos en faroles protagonizan los Fiestasantos
Dentro de las peculiares fiestas de la localidad jienese, la Iluminaria es una procesión que recuerda la leyenda de los fuegos que ayudaron a encontrar las reliquias de los santos patrones, hace 400 años.
Declarada de Inerés Turístico de Andalcía, la fiesta del Fiestasantos de Arjona, es una de las más antiguas y se celebra en honor de los mártires San Bonoso y San Maximiano, víctimas de las persecuciones romanas.
Dentro de las múltiples actividades singulares que se celebran, está la tradición de vaciar un melón, decorarlo con dibujos en la piel y ponerle una vela encendida en el interior. Es la "Fiesta de la Iluminaria", el 19 de agosto, que conmemora la aparición de unas luces y cruces de fuego en la primera mitad del siglo XVII, que llevó el descubrimiento de las reliquias de los mártires ajusticiados por el prefecto Daciano en el antiguo alcázar de Urgavo.
Para rememorar aquellas luces los más jóvenes portan en la procesión estos faroles con los que se recorre la ciudad hasta llegar a la Plaza de Santa María, donde después se quema un muñeco que representa al prefecto Daciano.
