Los pasos "mímicos" y los pregoneros, singularidades de la Semana Santa de Alcalá la Real
Rememoramos costumbres ancestrales que representan momentos de la Pasión de Cristo con actores y pregoneros; visitamos a una familia que custodia el cuadro del Ecce Homo; y vivimos en directo una representación de una escena del juicio final y del canto de los pregoneros.
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Viajamos al pasado y nos trasladamos hasta la Edad Media en plena fortaleza de la Mota, en Alcalá la Real. A más de mil metros de altura y con mil años de antigüedad, conocemos una Semana Santa muy peculiar y original con sus pasos "mímicos", que nos explica Francisco Heredia, secretario de la Agrupación de Cofradías. El recinto defensivo data del siglo XI y sirvió a los Reyes Católicos para preparar el ataque final a Boabdil.
La Semana Santa alcalaína se remonta al siglo XVI. Desde entonces la tradición de pasos con actores y pregones se ha trasmitido de padres a hijos por vía oral. Los pasos con actores ("mímicos") narran los episodios más significativos de la Pasión de Jesús. Se representan Jueves y Viernes Santo por las calles de la localidad y por la hermandad de los Apóstoles y Ecce Homo. También van acompañados por pregoneros que cantan autos sacramentales que adoctrinaban al pueblo.
Pero hay más singularidades, como la procesión de varios cuadros de Ecce Homo y hasta un Cristo crucificado que se monta en su trono desde el tejado de la iglesia en vivo y en directo el Viernes Santo. Conocemos a una familia que custodia la lámina del Ecce Homo.
Además, tenemos la ocasión de ver en directo uno de los pasajes de Cristo y la maestría de los pregoneros.
