En "75 minutos" conoceremos "Quién es quien en la Semana Santa"

Una de las dudas más evidentes los días previos a la Semana Santa es si lloverá. Eso, de momento, no podemos resolverlo pero, este año, "75 minutos" responde a otras cuestiones. Este martes mostramos quién es quién en la Semana de Pasión. ¿Sabrías decir cuál es la función del capataz, el prioste, el contraguía, las santas mujeres, el patero, el diputado de tramo o el mayordomo de una hermandad? Es más, ¿te has preguntado alguna vez cómo funciona una cofradía? ¿Cobran dinero los costaleros que salen en procesión? ¿Es lo mismo un costalero que un hombre de trono?

Este martes 4 de abril (22:20 horas) prometemos un programa lleno de santas curiosidades y que responde a éstas y muchas otras preguntas sobre las distintas caras de la Semana Grande.

A las nueve y media de la noche no cabe un alfiler en la Basílica de la Macarena, en Sevilla. En la habitación de al lado, Antonio Santiago, capataz y responsable de la cuadrilla de costaleros, se dispone a “igualar” a los cerca de 200 hombres que, cada “Madrugá”, sacan los dos pasos de esta histórica Hermandad. Se pide silencio y se cuenta que uno de los costaleros ha sido operado de apendicitis la tarde anterior. “Para cubrir ese puesto hay 80 aspirantes”, dice Santiago. La lista de espera para ser costalero es enorme, tal como le cuenta Antonio Carrasco, Secretario de la Macarena, a Bea Díaz. “Hasta los años 70 del siglo pasado las cuadrillas se pagaban, eran profesionales, pero eso ha cambiado mucho”, dice debajo de una de sus imágenes titulares. Ya en la calle, en uno de sus ensayos, la cuadrilla hace uno de los pasos que caracteriza a la Macarena, el “de costero a costero”. Un paso inventado por el padre de Antonio Santiago y el mismo que se admirará en la calle dentro de unos días.

Con más de 500 años, la Hermandad de La Sangre es una de las más antiguas de Málaga y está formada por cerca de 2.500 hermanos. Para poder organizar a tanta gente existe una Junta de Gobierno de 42 miembros donde cada tiene su misión. El equipo de 75 Minutos ha visitado su Casa Hermandad durante uno de los últimos ensayos antes de la Semana Santa. Allí, nuestro reportero Javi García comprueba que hasta el más mínimo detalle tiene su responsable. 

“Desde que era pequeña, sueño con representar a la Verónica en la procesión de mi Hermandad”, dice emocionada María, una chica de 19 años de Alcalá del Río, que este año irá delante del paso del Cristo de la Vera Cruz portando el paño con el que se limpió el rostro de Jesucristo en el camino al Monte Gólgota. Es una de las nueve Santas Mujeres que procesionarán el Jueves Santo alcalareño. Rocío Vicente ha conocido de cerca esta tradición de este y otros lugares andaluces. “Para la gente de Alcalá esto es lo más grande. Cuando estamos en el paritorio ya nos imaginamos a nuestras hijas vestidas como una de las Santas Mujeres”, comenta Angustias, la madre de María. Otra joven del pueblo, Mari Luz, ya ha comprado joyas, un ajuar, los zapatos y algunas sorpresas que quiere guardarse para el día en que se convierta en Santa Elena. “Yo no sé ni el dinero que me he gastado. Le han regalado muchísimas cosas, este día es el más grande de su vida y todos lo vamos a disfrutar muchísimo con ella”, añade su madre muy orgullosa.

Los cordobeses y los más de 175.000 visitantes que acudirán a Córdoba esta Semana Santa van a poder disfrutar de una carrera oficial diferente. Este año, todas las hermandades irán en procesión por el casco histórico y llegarán incluso a entrar en la Mezquita-Catedral con sus pasos, circunstancia que no se daba desde hace 60 años. “Les hemos dado permiso a las hermandades de la ciudad para que coloquen 93 palcos con capacidad para unas 500 personas y todos los ingresos serán para ellos”, señala Manuel, miembro del Cabildo de Córdoba. “Pensamos que es una forma de hacer más bonita esta fecha, vamos a llevarlo a cabo con mucho cuidado, controlando la zona con cámaras y confirmaremos que no provoca deterioro alguno en nuestros monumentos para convertir esta nueva carrera oficial en una tradición”, nos cuentan. También en Córdoba conocemos a Manuel que, a sus 19 años, tiene su propia virgen en el salón de la casa de su abuela Mercedes, con la que vive. La viste, la cuida y la mima cada día. Colecciona estampas y pulseras religiosas y es costalero de la Hermandad de la Soledad por vocación. “Mi vida gira en torno a la Semana Santa, organizo todo pensando en esta fecha porque para mí es la más importante del año, renunciaría a todas mis vacaciones pero nunca a mis procesiones... Si me regalas un viaje a Nueva York en Semana Santa no lo quiero, me quedo con mis vírgenes”, le comenta a nuestro reportero Paco Ballesta.

Estamos ahora en Úbeda, en Jaén. Aquí la Semana Santa se vive todo el año y de forma muy intensa. Con una población de 30.000 habitantes, hay 19 hermandades y la mitad de la población pertenece a alguna cofradía. En Úbeda nos dan una auténtica clase maestra de algo tan fundamental como la música. Saxos, trompetas, clarinetes... Rafael, director de la Agrupación Musical Ubetense, se deja la piel cada vez que pone una marcha procesional en la calle. “Componer marchas no es nada fácil”, continúa Antonio, el anterior director. Experto músico y compositor, destaca el orgullo que supone que los pasos más venerados se mezan al son de sus composiciones. Es también lo que opina Francisco, “El Tato”, tras entonar una de sus saetas en los días previos a la Semana Santa de su ciudad. Y, al filo de las diez de la noche, los trompeteros de varias hermandades hacen un gran corro para enseñarnos algo que musicalmente solo existe en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad: “los Lamentos”, unos toques de trompeta con variaciones muy sutiles que hacen de la Semana Santa de Úbeda una de las más destacadas de la provincia de Jaén.

La Semana Santa en el municipio gaditano de Olvera es pura pasión. Sus cuatro cofradías y su asociación juvenil la convierten en un evento declarado de interés cultural andaluz que atrae a cientos de turistas españoles y extranjeros. Sus pasos, con varales de más de seis metros y llevados al hombro, se asemejan más a los malagueños que a los gaditanos. “Vestir a mi señor me conmueve porque está vivo, le habló y él me escucha. Sólo unas pocas personas tenemos este privilegio”, confiesa muy emocionada y conteniendo las lágrimas Dori, hermana mayor de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Nuestra Señora del Socorro de Olvera. En el siglo XVI ya había imágenes que salían en procesión en este municipio. “Es una devoción transmitida de padres a hijos que nos hace sentirnos orgullosos y nos permite compartir momentos muy intensos entre la familia y los amigos”, dice José María, hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad, mientras hace malabares para terminar de montar los laterales de madera y los candelabros de los dos pasos sobre los que van a lucir las imágenes de su cofradía. En faenas parecidas se afana Juan. “Fui costalero y capataz en mis comienzos en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra señora de los Dolores y llevo de mayordomo dos décadas”, quien a sus 76 años sigue acudiendo a la casa hermandad cada tarde para ayudar con la misma ilusión que tenía cuando era un crío.

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