Gabriel desapareció el 27 de febrero. Han sido 12 días de búsqueda, peinando los rincones del Cabo de Gata, por más de 4.000 personas, entre voluntarios y profesionales. Almería se volcó desde un primer momento y los agentes se han implicado tanto, que incluso se les saltaban las lágrimas tras la detención.
12 días en los que cientos de personas han buscado en hasta 400 localizaciones en un radio de 12 kilómetros son las cifras de un dispositivo que ha trabajado sin descanso por tierra, mar y aire. A Gabriel se le ha buscado con perros, caballos y drones. Desde los métodos más clásicos a la más alta teconología. Todos los elementos se han puesto a disposición de un caso que ha mantenido con el corazón encogido a los vecinos de estas tierras y que ha ido contagiándonos a todos.
Emergencias, Policía local, protección civil, bomberos, Cruz Roja, Infoca, Ayuntamiento, guardia civil y voluntarios... Gabriel ya era un poco de todos. Y nunca se perdió la esperanza.
Hay un hallazgo que marca un punto de inflexión. La camiseta interior del pequeño se encontrada en una zona que ya había sido rastreada. La descubrió la mujer que ahora está detenida, la misma que había vestido al niño el día en que desapareció. Eso hizo que la atención se desviara del individuo sobre el que, hasta ese momento, se centraban las pesquisas por haber acosado a la madre del pequeño en varias ocasiones.
La Guardia Civil vigilaba a Ana Julia estrechamente desde hace unos días pero ha esperado a detenerla para que les llevara hasta el cuerpo. Sus contradicciones como testigo pronto la colocaron en el punto de mira.
Según fuentes de la investigación, la sospechosa había sacado el cadáver de un pozo y estaba intentando trasladarlo a otro sitio por temor a que lo encontraran.
Se sigue trabajando para averiguar si ha habido alguna otra persona implicada, por lo que estas horas se consideran cruciales para la resolución del caso.