Tierra y mar

Descifrar los secretos del lenguado para su cría en cautividad

La acuicultura andaluza oferta un abanico de especies criadas desde Almería hasta Huelva que la sitúan como la más diversificada de España.

Con la investigación y cultivo del lenguado, Cádiz se está convirtiendo en un referente mundial. No es fácil hacerlo y por eso, no se para de investigar

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21 marzo 2021

Mientras la captura mundial de pesca extractiva lleva décadas estancada, la acuicultura se postula como la alternativa que puede ser sostenible. El lenguado, una de las especies pesqueras más valiosa y apreciada en la gastronomía, se presenta como una oportunidad. Su reproducción en cautividad es tan compleja, sin embargo, que muy pocos están en el camino de conseguirla.

El Instituto Andaluz de Investigación Agraria y Pesquera, el Ifapa del Toruño en Cádiz, es uno de los líderes científicos mundiales en el cultivo del lenguado.

Las investigaciones del Ifapa se desarrollan con la especie de lenguado senegalés. Como toda la familia Soleidae, son peces bentónicos que en libertad viven en fondos arenosos o fangosos, en aguas y lagunas costeras hasta los 100 m de profundidad.

Es un mal nadador de actividad nocturna, que permanece durante el día semienterrado. En la pescadería, la baba del lenguado es síntoma de frescura. En los tanques, se apelotonan para protegerse mutuamente con esta mucosidad.

El lenguado tarda tres años en alcanzar la madurez sexual, con un tamaño de unos 30 cm. La calidad y temperatura del agua, y en especial la alimentación, son fundamentales para asegurar la reproducción.

Manuel Manchado ha establecido un grupo de control para investigar individualmente a los reproductores. Se les privilegia la alimentación con pequeños invertebrados como moluscos, larvas de gusanos y calamar, ricos en ácidos grasos poliinsaturados.

Empresas pioneras, como Cupimar, se inician en los años 80', aprovechando viejas instalaciones salineras, entre San Fernando y Puerto Real, para convertirlas en estanques de producción de langostinos y almejas. Tras liderar el cultivo de dorada y lubina, a principios de siglo, Cupimar comienza su gran apuesta por el lenguado. Desde 2011 colabora con el Ifapa, incorporando las últimas tecnologías de análisis biotecnológico.

El Ifapa ha liderado los trabajos que han permitido organizar el genoma del lenguado en 21 cromosomas. Esto va a permitir realizar el mapeo de marcadores. Aunque ya se ha conseguido estabilizar, la reproducción en cautividad es el cuello de botella de la investigación desde que comenzara treinta años atrás.

Asistimos a un transvase de juveniles. Desde la planta de cría de alevines llegarán a las naves de engorde pasando por una aclimatación. Celosos de su elevado nivel tecnológico, Cupimar nos pide que no grabemos sus instalaciones más sensibles. Teme al espionaje industrial.

La integración de la acuicultura del lenguado con el respeto a la protección de la zona, en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz, requiere del filtraje de efluentes y el ahorro de agua con un circuito de recirculación llamado RAS, donde se controlan todos los parámetros.

En 2019 se produjeron más de 800 toneladas de lenguado de acuicultura en España, la mitad mundial. Esta producción se localiza en Andalucía y en Galicia.

Debido a la reducción de la demanda en el canal Horeca por el covid, la cosecha de 2020 se estima que ha disminuido una tercera parte. Las cuotas de captura de la UE no cubren la demanda de esta especie altamente valorada en el mercado de compra.

La acuicultura andaluza oferta un abanico de especies criadas desde Almería hasta Huelva que la sitúan como la más diversificada de España.

Con la investigación y cultivo del lenguado, Cádiz se está convirtiendo en un referente mundial. Las expectativas auguran que seguirá el crecimiento, en un sector complejo por su requerimiento tecnológico y las elevadas inversiones que necesita.