Alfajores con las recetas que nos dejaron los árabes

Medina Sidonia, en Cádiz, siempre ha presumido de ser la capital repostera de Al-Andalus. Eso fue hace centenares de años, la realidad es que aquellas recetas centenarias permanecen intactas todavía hoy.

Bañadas en miel, canela, clavo y cilantro. Olores que impregnaron las calles y que bautizan esta empresa familiar Aromas de Medina.

Una tradición que mantiene viva esta familia de reposteros que hoy nos reciben. Cinco generaciones ya y más de un siglo de trabajo. Cada año fabrican 200 toneladas de dulces. La mayoría en las semanas previas a la navidad.

Se le tiene cómo la primera barrita energética. Utilizada por los conquistadores para resistir los largos viajes. Fueron, dicen las crónicas, los primeros en llevarlos a América.

El Alfajor de Medina es el primer dulce con Indicación Geográfica Protegida. Sello de Garantía y calidad. Un producto que precisa de mucho mimo.

Tiene forma de canutillo, de color tostado. El Alfajor la estrella en Aromas de Medina. Aunque cada producto tiene su truco. Todo se hace de forma muy artesanal. Incluso el envasado.

Son bastante menos que en cualquier otro año. La pandemia ha cambiado notablemente el aspecto en esta sala. la plantilla también mermada.

Probablemente se cerrarán al acabar la campaña. Se trabaja a demanda, pero la oferta en variedad se mantiene, incluso se ha ampliado un poco más.

Una villa repostera a 300 metros de altitud, coronando el Cerro del Castillo, donde los Aromas tienen nombre propio.