El Banco del Tiempo: un proyecto de intercambio entre personas

El tiempo es oro pero no hay donde guardarlo, donde conservarlo o cómo prestarlo. En Solidarios conocemos un proyecto de intercambio entre personas, de ayuda mutua, de lo que siempre se ha dicho como buena vecindad. Es el Banco del Tiempo.

Eva es una usuaria de este banco, en todos los sentidos, ella acompaña a Encarna a tomar un café, a dar un paseo o a ir al cine. Esta labor de acompañamiento es lo que ella ofrece y , cuando necesita algo, acude también al banco del tiempo. Por ejemplo, una reparación doméstica.

Por su parte, Encarna sabe hacer croché y tocar los palillos así que eso es lo que ella ofrece. Las monedas son las horas, todas tienen el mismo valor y el pago es sentirse útil, relacionarse, compartir y solucionar nuestros problemas de la vida cotidiana.

Los creadores de este proyecto comenzaron difundiendo la idea entre asociaciones del barrio y centros de mayores. Los vecinos se apuntan y entonces crean una base de datos con toda la oferta y la demanda.

A través del banco del tiempo se hacen las gestiones y después se comprueba la satisfacción. Tú me arreglas la persiana, él enseña a usar el ordenador, aquél me rellena tal documentación y, entre reparación y asesoramiento, vuelven las relaciones personales, revive el barrio, se mitiga la soledad y se aprende de nuevo.