Regresó a Peñaflor donde ha montado una escuela ecuestre basada en la equinoterapia

Antonio creció rodeado de caballos y ellos han sido siempre el motor de su vida personal y profesional.

Tras vivir 6 años fuera de su pueblo de Peñaflor, Sevilla, para estudiar Psicología, en 2016 regresó para poner en marcha una escuela ecuestre basada en la equinoterapia.

Un proyecto en el que aúna sus conocimientos como Psicólogo y jinete experimentado para ayudar en la salud y el bienestar de sus vecinos, sobre todo de niños y niñas con disfunciones físicas o psíquicas.

Desde su tierra está demostrando que montar a caballo tiene múltiples beneficios para la salud.