La durísima sequía estimula a los arroceros a mejorar sus sistemas de cultivo
Con la Federación de Arroceros de Sevilla comprobamos las medidas tecnológicas y medioambientales que están aplicando para aprovechar la tierra con poca agua y conservar la avifauna y el ecosistema en torno a Doñana. Puedes ver más noticias en Espacio protegido y el programa completo en la plataforma de CanalSur Más.
Los arroceros del Bajo Guadalquivir han aprovechado un año de sequía durísima para mejorar las condiciones medioambientales de un cultivo que resulta indispensable para conservar la biodiversidad de esta comarca. La comarcas ha pasado un año sin cosecha después de arrastrar una agotadora sequía que se prolonga por 5 años. Junto a las pérdidas materiales de los productores de arroz, la situación deja también una profunda huella en el medio ambiente de un territorio crítico para la ecología como es todo el entorno del parque de Doñana. La zona es una auténtica despensa para más de 150 especies de aves que la utilizan de forma permanente o de paso en las rutas migratorias.
El director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Eduardo Vera, describe cómo se adaptan, empezando por reforzar un sistema de producción integrada que es pionero desde hace 20 años. Entre otras medidas los arroceros se comprometen a nivelar el terreno periódicamente mediante láser, para aprovechar mejor el agua. También siembran con exceso de semillas, teniendo en cuenta las que consumirá la avifauna.
El uso creciente de la Inteligencia Artificial ayuda a conocer mejor las condiciones del terreno, recabando información precisa con ayuda de drones y otros instrumentos. De esta forma toman decisiones de un tratamiento más preciso, tal como explica el investigador de Geografía Física de la Universidad de Sevilla, Manuel Lobeto.