Espacio Protegido

Arte al natural en pleno corazón del Parque de los Alcornocales

Los primitivos pobladores de lo que hoy es el Parque Natural de los Alcornocales dejaron muestras de su presencia que hablan de cómo eran esos territorios en el remoto Paleolítico…

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Sobrevolamos el Parque Natural de los Alcornocales, en el término de Jerez, en los límites entre Málaga y Cádiz. En frente, el Cerro de Las Motillas; un peñón kárstico donde el agua y el tiempo han horadado la roca formando grutas. Cavernas donde hombres y mujeres de la Edad de Piedra dejaron su huella hace 22.000 años.
 
Entonces, Europa estaba congelada. La glaciación de Würm, la última que ha padecido nuestro planeta, arreciaba en su fase final y más fría. Y estas Sierras Penibéticas fueron el último abrigo para aquellos nómadas que huían del frío.

La Cueva de Los Márquez era una de las menos estudiadas de Las Motillas. Para desentrañar sus misterios ha llegado un grupo de investigadores de primera línea internacional. Fueron alumnos del profesor Sanchidrián en la Universidad de Córdoba pero ahora vienen de las universidades del Cantábrico o de Francia. Quieren comprender el uso que daban a las cuevas nuestros antepasados.

Oscuridad e Identidad es el nombre del ProyectoMari Ángeles es la directora. Además está especializada en el análisis de los restos de combustión que usaban para iluminar las cuevas en el Paleolítico. Antes de estudiar las pinturas van a efectuar una excavación forense del suelo, como si fuera un CSI Jerez de la Frontera. Ahí se encuentran ingentes pistas y datos.

Entre las labores que desempeña el equipo se hará un alzado topográfico y toda la documentación audiovisual de la cueva incluyendo el contenido en pinturas rupestres. Tras un escaneado en un mosaico fragmentado se consigue una restitución en tres dimensiones.

La cueva de “Los Márquez” es conocida desde los años setenta por el Grupo de Investigaciones Espeleológicas de Jerez. Este equipo ha salvaguardado la preservación del enclave desde su descubrimiento. Sebastián Jiménez, uno de los miembros, se llevó a su hijo a la gruta de exploración. Como en otras cuevas famosas, un niño fue precursor.

Las pinturas rupestres están elaboradas con pigmentos ocres de mineral oxidado o carboncillos de madera quemada. Junto a las paredes, serán el siguiente objeto de estudio, el segundo año del Proyecto. Una de las singularidades estriba en que las grafías se repiten en otras cuevas andaluzas. La Cueva de Navarro, en Málaga, presenta ideogramas semejantes.

Tras un estudio geomorfológico, al proyecto le resta una intensa labor arqueológica de análisis de muestras, plagada de pruebas científicas; tres meses, a lo largo de tres años. Su objetivo será avanzar en el conocimiento de las sociedades paleolíticas que habitaron nuestra tierra, al extremo sudoeste de Europa. Con un gran reto: acercarse al origen del simbolismo gráfico de la Humanidad.