Visitamos en Huelva una planta donde se reciclan cada año más de 100.000 toneladas de aceite de cocina usado.
El aceite usado de nuestras cocinas puede convertirse en un valioso biocombustible, de manera que se evita el vertido de un residuo contaminante y se genera energía.
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El aceite de cocina usado es un residuo catalogado como no peligroso, pero si altamente contaminante. Se estima que un litro de aceite tirado por el desagüe puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua. Recoger, reciclar y reutilizar estos desechos que, según los hábitos culinarios y de consumo actuales, suman 180 millones de litros anuales de aceite, es un reto estratégico que favorece la economía circular y la transición ecológica.
Para conocer cómo reducir su impacto en el medio ambiente y cómo convertir estos residuos en biocombustible viajamos a la planta de biodiésel de la multinacional Gunvor en Palos de la Frontera, Huelva. Aquí se reciclan al año más de 100.000 toneladas de aceite de cocina usado que son la materia prima para producir la misma cantidad de toneladas de biocarburantes.
Los controles de calidad en la planta son exhaustivos e incluyen tanto el proceso de producción como el valor del producto final. Al laboratorio llegan diariamente distintas muestras, como las recogidas por el jefe de turno en el puesto de lavado del biodiesel.
Como nos explica Manuela, el biodiesel se obtiene mediante un proceso de transestirificación, que consiste en la reacción o decantación entre las grasas presentes en el aceite usado con un alcohol de alta volatilidad, en este caso el metanol.
En su política de reutilización y aprovechamientos de residuos, la multinacional va a instalar una planta de biogas a partir de las aguas industriales empleadas en el proceso de producción del biocombustible.
Todo ello hacen de esta planta un modelo de economía circular y sostenibilidad, que apuesta por la valorización de los recursos naturales y la reducción de residuos. Un proyecto con una inversión de 30 millones de euros que genera 40 empleos directos y 200 indirectos en el entorno.
Andalucía es líder en la producción de biocarburantes con 11 plantas operativas que suman una capacidad de 1,28 millones de toneladas equivalentes de petróleo al año. De éstas, 7 son fábricas de biodiesel y 4 unidades de producción situadas en una importante refinería.