Espacio protegido

Pinsapos con futuro gracias al plan de recuperación de esta especie

El pinsapo, nuestro abeto endémico, es muy sensible al cambio climático, pero la especie no ha dejado de reforzarse en sierras de Cádiz y Málaga gracias al plan de recuperación de esta especie. 

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Necesita una altitud mínima de mil metros para sobrevivir , también humedad y frio. Lo ha conseguido aquí en la Sierra de Lijar, Cádiz.

Es una joya de nuestros bosques. Ha sido redescubierta recientemente en este paraje gracias a la investigación de un equipo de expertos. Tuvieron que combinarse el hazar y la intuición en la vertiente del Canalizo.

Desde hace cinco años Gabriel y Luis están implicado en el proyecto de recuperación del pinsapo en estos montes públicos de la Junta de Andalucía, con enorme éxito gracias al modelo de incidencia solar junto al criterio experto.

Hasta el momento en distintos rodales se ha conseguido una reforestación con tres mil ejemplares en la Sierra de Líjar. Se trata de conseguir rodales con al menos cincuenta individuos.

Las plantas proceden del aula de Aula de experimentación e investigación forestal de Algodonales, municipio implicado en el proyecto. Aquí el tallo verde se endurece para que pueda afrontar las inclemencias de la montaña. En los primeros años se ayuda el crecimiento con el aporte de agua.

Esta experiencia se está convirtiendo en un referente en el mundo científico. También como modelo para potenciar el voluntariado y la educación ambiental en los municipios de Cádiz y Málaga donde se encuentran las últimas poblaciones de pinsapo.

Quieren conocer esta experiencia y también observar unos imponentes ejemplares, apenas una docena, que prosperaron en una repoblación por semillas que se hizo en los años setenta.

En el municipio de El Burgo se lleva a cabo uno de los once programas de voluntariado que hay en la actualidad denominado Pinsapo Suma. 

El 56% del territorio andaluz es forestal. El pinsapo se ha convertido en un símbolo. En la actualidad el pinsapo está catalogado en peligro de extinción y se trata de que cambie de posición a vulnerable.

Porque aquí, es el lugar al que se viene para engrandecerse. Esto es lo que ocurre en las alturas gracias a la gestión forestal. En este lugar perdido de la Sierra de Lijar hay convivencia entre las especies.

Un reducto en el que también están los valores del medio natural y rural, ese tan callado y en el que están todos los mensajes.